"El técnico del América aceptó que su equipo no estuvo a su nivel óptimo ante Indios, y confesó que había nerviosismo por el compromiso de ganar por Cabañas"
Es difícil que Jesús Ramírez acepte cuando su equipo no estuvo en su mejor momento, pero un día después del partido ante Indios, el técnico del América confesó en el programa 'Zona Águila' que fue un partido muy complicado, no sólo por el rival, sino por el ambiente que se generó alrededor del duelo y la promesa de ganar por Salvador Cabañas.
Por ésto, el técnico da mayor mérito a la victoria, ya que en esta ocasión estaba prohibido dejar ir los tres puntos, no importaba de qué manera fuera, se tenía que ganar.
"Era un partido que teníamos que ganar, no por convicción, sino por Chava y eso provocó una presión extra, era difícil manejarlo y ya, yo ahora valoro mucho más el triunfo. Acepto que no fue nuestro mejor partido, no fuimos lo ofensivos o definidores que somos, pero valoro el esfuerzo de los muchachos y la victoria fue para que quedáramos a mano con Chava. Nos quedamos satisfechos con el objetivo, pero a pesar de ganar nadie se fue contento y eso me deja tranquilo, sé que vamos a ser campeones", dijo Ramírez.
El entrenador también confesó que durante la semana fue complicado entrenar, debido al ambiente que se generó por lo ocurrido con Cabañas.
"El entorno fue distinto, la noticia impactó el grupo, el plantel se mantiene pendiente prácticamente todo el día del ataque a Chava en el hospital, al día siguiente costó trabajo arrancar el entrenamiento, el equipo estaba dolido, consternado. Pero conforme mejoraron las noticias, cuando empezaron a ser positivas, pudimos hacer dos muy buenos entrenamientos", concluyó.
Por ésto, el técnico da mayor mérito a la victoria, ya que en esta ocasión estaba prohibido dejar ir los tres puntos, no importaba de qué manera fuera, se tenía que ganar.
"Era un partido que teníamos que ganar, no por convicción, sino por Chava y eso provocó una presión extra, era difícil manejarlo y ya, yo ahora valoro mucho más el triunfo. Acepto que no fue nuestro mejor partido, no fuimos lo ofensivos o definidores que somos, pero valoro el esfuerzo de los muchachos y la victoria fue para que quedáramos a mano con Chava. Nos quedamos satisfechos con el objetivo, pero a pesar de ganar nadie se fue contento y eso me deja tranquilo, sé que vamos a ser campeones", dijo Ramírez.
El entrenador también confesó que durante la semana fue complicado entrenar, debido al ambiente que se generó por lo ocurrido con Cabañas.
"El entorno fue distinto, la noticia impactó el grupo, el plantel se mantiene pendiente prácticamente todo el día del ataque a Chava en el hospital, al día siguiente costó trabajo arrancar el entrenamiento, el equipo estaba dolido, consternado. Pero conforme mejoraron las noticias, cuando empezaron a ser positivas, pudimos hacer dos muy buenos entrenamientos", concluyó.
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