"El Rebaño liga cinco victorias, para romper su marca de más victorias consecutivas en un arranque"
Estas Chivas versión 2010 ya entraron en la historia.
Más allá de lo que ocurra con el Guadalajara al final de este torneo, de convocatorias, o de que les alcance el gas para mantener esta inercia; cuando se revisen las estadísticas aparecerá el Rebaño de José Luis Real como el primero que logra cinco victorias consecutivas en un arranque.
Incluso más allá de los cuestionamientos por lo enclenque de algunos de esos rivales, o la manera como desperdiciaron anoche la posibilidad de envolver en el celofán de la goleada su histórico logro.
Eso es lo que trae aparejado el 2-0 sobre Atlante ante 35 mil aficionados en la cancha del Estadio Jalisco.
Cinco minutos le bastaron al Guadalajara para finiquitar su quinto triunfo del torneo ante un Atlante que deambula sin rumbo por el campeonato.
No se cumplían ni 90 segundos de partido cuando ya ganaban las Chivas en la jugada más simple del torneo.
El Bofo hizo su pase de gol más sencillo en un pelota parada, y el Chicharito su gol más fácil, sin marca, acaso complicado por la ejecución que el 9 de las Chivas hizo ver como simple rutina. Tras su movimiento del centro a la izquierda, Hernández golpea de zurda al botepronto, abajo y pegado a primero palo, para festejar su octavo tanto del torneo.
Varios aficionados aun preguntaban cómo había sido el tanto del Chicharito, cuando cayó el segundo.
Por el centro Hernández cede a la entrada del área para Alberto Medina, que ante el acoso de dos zagueros bombea el balón, Velázquez alcanza a desviar, Vilar es vacunado por enésima vez por esa costumbre de adelantarse en todas las jugadas y el Venado festeja su tercer diana del torneo y el 2-0 cuando no se cumplían cinco minutos de juego.
La ventaja tempranera y la facilidad con la que se consiguió le hizo daño al Guadalajara, que sacó el pie del acelerador y consintió al rival.
Otro Atlante por lo menos hubiera puesto en predicamentos la victoria. Pero Rafael Márquez no pudo meter la pelota en el arco en sus modalidades más sencillas: Una, sin arquero en el primer tiempo, y otra con un balón a modo en el área chica en el complemento.
Y Bravo primero, y su sustituto, Omar Arellano, tampoco supieron encontrar la red para hacer más escandaloso el logro de anoche.
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