"El delantero brasileño aseguró que los abucheos de los 40 mil auriazules en el Universitario no lo presionaron para convertir ante Pumas"
Por fallar una opción clara de gol ante Pumas, Itamar Batista se ganó el abucheo de todo el estadio Universitario, y aunque para muchos esto influyó en la reacción que vino después de La Bestia, la realidad es que el brasileño hizo caso omiso de esas críticas.
Itamar aseguró que 40 mil personas, que es el cupo aproximado del Volcán, no lo van a intimidar por sus reclamos, ya que está acostumbrado a jugar ante 90 mil aficionados desde que era un adolescente, descartando así el haberse sentido motivado a sacarse la espina.
Y es que así lo dejó ver el delantero auriazul, cuando al preguntarle si los abucheos que recibió lo habían llevado de verse motivado para así sacarse la espina con par de anotaciones, la contestación de Batista fue la menos esperada:
"A los 17 años ya había jugado con 90 mil, no creo que 40 mil van a encarar", subrayó el atacante, por lo que descarta que su despertar en el partido haya sido para callar a esa gente que le reprochó por fallar en sus tiros al arco rival.
El jugador auriazul está convencido que no tiene nada que demostrarle a la afición y demás personas, ya que asegura sus goles fueron sólo para mostrarse a sí mismo lo que es Itamar Batista.
"Yo no estoy aquí para callar bocas, estoy aquí para mostrarme para mí lo que soy capaz, no estoy aquí para callar a nadie", indicó el brasileño, quien a su vez se dijo contento por haber sido el héroe del encuentro: "muy feliz porque hice dos goles y para mí fueron muy importantes los dos goles".
De lo anterior se puede rescatar algo positivo, ya que si el rechazo de 40 mil aficionados de Tigres no intimidó a Itamar, alrededor de 33 mil personas que acudan al estadio Tecnológico para el Clásico Regio, no tendrían porque achicar al jugador de los universitarios, puesto que la mayoría serían hinchas albiazules.
Itamar aseguró que 40 mil personas, que es el cupo aproximado del Volcán, no lo van a intimidar por sus reclamos, ya que está acostumbrado a jugar ante 90 mil aficionados desde que era un adolescente, descartando así el haberse sentido motivado a sacarse la espina.
Y es que así lo dejó ver el delantero auriazul, cuando al preguntarle si los abucheos que recibió lo habían llevado de verse motivado para así sacarse la espina con par de anotaciones, la contestación de Batista fue la menos esperada:
"A los 17 años ya había jugado con 90 mil, no creo que 40 mil van a encarar", subrayó el atacante, por lo que descarta que su despertar en el partido haya sido para callar a esa gente que le reprochó por fallar en sus tiros al arco rival.
El jugador auriazul está convencido que no tiene nada que demostrarle a la afición y demás personas, ya que asegura sus goles fueron sólo para mostrarse a sí mismo lo que es Itamar Batista.
"Yo no estoy aquí para callar bocas, estoy aquí para mostrarme para mí lo que soy capaz, no estoy aquí para callar a nadie", indicó el brasileño, quien a su vez se dijo contento por haber sido el héroe del encuentro: "muy feliz porque hice dos goles y para mí fueron muy importantes los dos goles".
De lo anterior se puede rescatar algo positivo, ya que si el rechazo de 40 mil aficionados de Tigres no intimidó a Itamar, alrededor de 33 mil personas que acudan al estadio Tecnológico para el Clásico Regio, no tendrían porque achicar al jugador de los universitarios, puesto que la mayoría serían hinchas albiazules.
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