"El defensor de los siete empleados que están arraigados, niega que hayan colaborado en el atentado a Cabañas"
El abogado defensor de los siete empleados del Bar-Bar que se encuentran arraigados por tentativa de homicidio, Juan Antonio Araujo, reconoció que sus clientes actuaron mal, pero que eso no significa que hayan colaborado en el atentado contra Cabañas.
Además, defendió a los dueños del antro, los hermanos Charaf, pues fue gracias a las cámaras de seguridad que instalaron como se ha podido tener indicios de quién fue el agresor.
"Si las autoridades saben qué paso es gracias a las medidas de seguridad que tiene el Bar-Bar. Si no hubieran existido esas cámaras o no se hubieran proporcionado, hoy la ciudad estaría completamente desquiciada porque tendríamos a Cabañas con un balazo y sin un probable responsable".
De acuerdo con el abogado "bastaba apretar un botón para borrar todas las imágenes de la cámara del Bar-Bar, sin embargo, "los Charaf preservaron la evidencia, por lo cual es importante que la PGJDF considere ese hecho".
Defendió también al gerente Carlos Cázares Ocaña, quien según él, tomó la decisión de que la ambulancia de Protección Civil llevará al futbolista al hospital.
"Considero que mis clientes cometieron errores gravísimos como limpiar la escena del crimen, pero la persona que lo hizo a eso se ha dedicado toda su vida, sin embargo, eso no quiere decir que estén vinculados con el crimen organizado o que protejan al 'JJ', simplemente no supieron reaccionar ante esa situación".
"Creyeron que iba a ser fácil y como un niño 'quisieron tapar el hoyo', pero nunca dimensionaron los problemas que esto acarriaría", añadió.
Su arraigo, además de calificarlo como excesivo, es sólo una forma de reaccionar ante las presiones mediáticas para detener "a quienes tenía a la mano y justificar un trabajo que no se ha hecho bien, que es el detener al 'JJ' ".
Insistió en que para él el atentado "fue un acto premeditado y planeado con antelación", si se toma en cuenta que el futbolista ingresó varias ocasiones a los baños del establecimiento.
De acuerdo con el litigante, los 10 minutos previos del atentado que fueron captados por las cámaras del Bar-Bar son fundamentales para comprobar la hipótesis de que Cabañas y el 'JJ' habían tenido "fricciones con anterioridad", hecho que, asegura, "deslinda a sus clientes de coparticipación de homicidio".
Además, defendió a los dueños del antro, los hermanos Charaf, pues fue gracias a las cámaras de seguridad que instalaron como se ha podido tener indicios de quién fue el agresor.
"Si las autoridades saben qué paso es gracias a las medidas de seguridad que tiene el Bar-Bar. Si no hubieran existido esas cámaras o no se hubieran proporcionado, hoy la ciudad estaría completamente desquiciada porque tendríamos a Cabañas con un balazo y sin un probable responsable".
De acuerdo con el abogado "bastaba apretar un botón para borrar todas las imágenes de la cámara del Bar-Bar, sin embargo, "los Charaf preservaron la evidencia, por lo cual es importante que la PGJDF considere ese hecho".
Defendió también al gerente Carlos Cázares Ocaña, quien según él, tomó la decisión de que la ambulancia de Protección Civil llevará al futbolista al hospital.
"Considero que mis clientes cometieron errores gravísimos como limpiar la escena del crimen, pero la persona que lo hizo a eso se ha dedicado toda su vida, sin embargo, eso no quiere decir que estén vinculados con el crimen organizado o que protejan al 'JJ', simplemente no supieron reaccionar ante esa situación".
"Creyeron que iba a ser fácil y como un niño 'quisieron tapar el hoyo', pero nunca dimensionaron los problemas que esto acarriaría", añadió.
Su arraigo, además de calificarlo como excesivo, es sólo una forma de reaccionar ante las presiones mediáticas para detener "a quienes tenía a la mano y justificar un trabajo que no se ha hecho bien, que es el detener al 'JJ' ".
Insistió en que para él el atentado "fue un acto premeditado y planeado con antelación", si se toma en cuenta que el futbolista ingresó varias ocasiones a los baños del establecimiento.
De acuerdo con el litigante, los 10 minutos previos del atentado que fueron captados por las cámaras del Bar-Bar son fundamentales para comprobar la hipótesis de que Cabañas y el 'JJ' habían tenido "fricciones con anterioridad", hecho que, asegura, "deslinda a sus clientes de coparticipación de homicidio".
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