"El futbol mexicano vive de modas, de momentos, de situaciones, pero nadie sabe si Chicharito, De Nigris o Sabah podrían mantener su nivel en un Mundial..."
El "reporte Carillo" no fue nada alentador, pero tampoco descubrió nada. Lo único que hizo fue confirmar que Javier Aguirre tendrá que buscar el gol y las respuestas ofensivas de la selección mexicana en territorio mexicano y no bajo la ilusión de algunos de nosotros, que suponíamos que ese asunto ya era un tema de interés europeo.
"Los Capitanes analizan si Chicharito Hernández está listo para el Mundial"
Los delanteros mexicanos en Europa no juegan, no marcan, no existen. Ni Guillermo Franco, en el West Ham inglés, ni Carlos Vela, en el Arsenal del mismo país, ni Giovani dos Santos ahora en el Galatasaray turco y mucho menos Nery Castillo, del Shaktar ucraniano, están en condiciones de responder a las necesidades del tricolor mexicano.
En poco más de 120 días no hay espacio para milagros.
Recuperar futbolísticamente a esos jugadores será prácticamente imposible, pero hay quienes piensan que aun con la poca actividad que han tenido y aún con el bajo nivel que han presumido, ellos tendrán siempre más capacidad y más nivel que cualquier jugador estrella de la liga local.
El problema aquí es cómo luchar ante el poder mediático que cada fin de semana proponen los goles y las actuaciones de jugadores como Javier El Chicharito Hernández, Aldo de Nigris y hasta Miguel Sabah.
Cada gol, cada amague, cada insinuación de algunos de éstos jugadores propicia que la critica mexicana fomente un ambiente festivo a su alrededor. Los encabezados de las últimas semanas no sólo proponen la convocatoria del Chicharito, sino que ya lo visten de verde y le ponen la camiseta con el número 9 en la espalda para el partido del 11 de junio en Johannesburgo. Y semanas antes, el de moda era Aldo De Nigris, con sus goles y actuaciones en el título del Monterrey. Y meses antes, el gol de Sabah ante Estados Unidos también le otorgaban ciertas ventajas para ocupar la posición de centro delantero.
El fútbol mexicano se mueve por modas, por tendencias, por ausencias, por bogas, por novedades. Yo no sería tan tajante al momento de afirmar que un jugador de la liga local puede ser quién salve la actuación mexicana en Sudáfrica 2010.
El nivel de juego en México es uno y el nivel de la Copa del Mundo es otro. Esos jugadores, Guille Franco, Vela, Dos Santos o Castillo, juegan en las mejores ligas del mundo, se codean ante los mejores jugadores, los mejores entrenadores y al menos, aunque no jueguen mucho, respiran en el mismo nivel que lo hacen jugadores y equipos que aspiran a ganar el Mundial.
Chicharito puede ser espectacular en México. En México y sólo en México. De Nigris puede marcar diferencia en México y sólo en México. Y Sabah sabe hacer goles en México y sólo en México.
Los europeos son europeos. Jueguen o no jueguen, anoten o no anoten, destaquen o no destaquen, nos guste o no nos guste.
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