MÉXICO -- Es el tema del torneo porque se trata del hombre gol. Es el que va de dos en dos en apenas 270 minutos de juego, y a la par ha despertado cualquier cantidad de cuestionamientos, de razones y de motivaciones para lo que se viene en el mes de junio. ¿El Chícharo verde... o de verde?
Primero, Javier Hernández no es un improvisado, es un futbolista que comenzó a jugar desde los seis años en equipos organizados y que ha llevado todos sus procesos, incluyendo el golpe en 2005 de quedar fuera del Mundial Sub-17 en Perú, y dos años después estar en el Mundial Sub-20 de Canadá. Su paciencia y determinación de llegar lejos tras estas caídas, habla de un chico con carácter, temperamento y ganas de ser.
¿Merece un puesto en el Tricolor el Chicharito?El Chícharo es un joven humilde, trabajador, bien ubicado y manejado de la mejor manera, tanto en casa como en la institución.
Ahora, claro está que el mundo es de los jóvenes, cosa que quedó comprobada en las grandes selecciones, donde la mezcla de experiencia con juventud otorga buenos resultados. Sin embargo, el Chícharo aún está verde para los partidos venideros y si en este proceso sigue creciendo y confirmándose, está para ser probado en la gira europea. Si esto resultase satisfactorio, estaría para iniciar el Mundial. CON VENTAJA PINTA Y COLORADAComo sea, Javier Chicharito Hernández, verde o de verde, tiene una ventaja pinta y colorada sobre los demás atacantes; primero, su fortaleza mental, que le permite jugar en los tres puestos de ataque, con buen manejo de ambas piernas y perfiles. Otro factor a su favor es su estado físico y el embarnecimiento que tiene, ya que sabe proteger muy bien el balón con el cuerpo, además de que es rápido de piernas y veloz de pensamiento, para ejecutar --como lo mostró en su primer gol sabatino-- giros de izquierda. La otra ventaja es la continuidad. Hoy, Guille Franco se ha vuelto a lesionar; Vela recibe minutos a cuentagotas en la era Wenger del Arsenal, y Aldo de Nigris tiene características totalmente diferentes; hoy por hoy, con Miguel Sabah a la vista, son los tres delanteros nacionales destacados, en una posición que siempre nos ha dado dolor de cabeza. El Chícharo tiene personalidad y presencia. Sabah se ha forjado a base de goles importantes, pero para mí no tiene los tamaños que ha mostrado Javier, incluso a la hora de las patadas, y De Nigris atraviesa por un momento de madurez, donde su estatura por alto juega un papel importante.
Nadie está volando ni echando a perder a Javier Hernández Balcázar. Simplemente, con hechos, goles y actuaciones, está mostrando lo que es como futbolista y fuera de la cancha, comportándose centrado y maduro, lo que denota una educación que difícilmente se encuentra en un futboista de su edad, y mucho menos en México. Chícharo verde, o de verde... Aguirre tiene la palabra.
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